Tradicionalmente la detección de una oportunidad, plantea problemas técnicos que requieren diferentes métodos para explorar soluciones, incubarlas y probarlas. A través de sus Centros de Emprendimientos e Innovación (CEI), las universidades brindan servicios de pre-incubacion de ideas a su comunidad académica, a través de su capital social; esto es su red natural de investigadores, laboratorios, docentes y expertos.
Auspiciados por el Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología, en Republica Dominicana, desde hace casi una década, se ha unido a ese importante fenómeno de tendencia mundial: fruto de los resultados positivos de universidades pioneras, y con mayor niveles de madurez, como los desarrollados por Stanford, MIT, Harvard en los EE.UU.; así como Suecia, Noruega, Finlandia e Islandia, los países nórdicos.
El tema de la madurez, es haber alcanzado una cultura de intervencion directa de docentes e investigadores, llegando a ocupar incluso puestos en las juntas directivas de dichas empresas, convirtiéndose ellos mismos en miembros fundadores. Es un fenómeno interesante, pues los inversionistas necesitan un equipo profesional que forme parte del gobierno corporativo de las empresas, que les reduzca la incertidumbre y por tanto el riego. Este equipo profesional, de origen académico, por lo menos les asegura que se aplica el conocimiento enfocado al desarrollo del producto, lo que significa aprendizaje, lo que significa progreso. Esto provoca que se creen fondos de inversiones de riesgo, Venture Capital (VC), y se administren a través de incubadoras o aceleradoras.
Las incubadoras y aceleradoras son organizaciones lideradas por académicos, así como emprendedores exitosos, dedicados a administrar proyectos de emprendimientos, los cuales son escogidos en función de algún atractivo en cuanto a modelo de negocio, idea innovadora, espíritu creativo del emprendedor, potencial productivo. La diferencia entre ambos tipos de organizaciones, es sutil, en el sentido del punto de partida, pero una u otra pueden definirlo dependiendo del potencial.
El modelo en que operan estas organizaciones esta fundamentado en un compromiso con el emprendedor, que recibiría el financiamiento, que incluye salario, para que se concentre de forma disciplinada, en desarrollar su proyecto, mientras aprende técnicas que le ayudaran a la realización de su sueño. Este aprendizaje incluye la capacitación en técnicas de modelos de negocios, creatividad e innovación, administración de proyectos, educación financiera, liderazgo, planeamiento estratégico, trabajo en equipo. Podríamos decir que es la realización de un taller para desarrollar su idea, validando, corrigiendo y aprendiendo. El programa, que usualmente se desarrolla por 6 meses, requiere también un monitoreo y evaluación constante del proyecto por parte del equipo directivo de la organización, y para ello desarrollan indicadores de desempeño estándar, y otros aplicados especialmente al proyecto.
Este tipo de modelos, requiere de inversionistas dispuestos a sembrar en tierra fértil, como son este tipo de organizaciones; y a esperar los resultados. Su inversión sirve para crear la organización del emprendedor, a través de una estructura apropiada para la administración ágil de acciones, bonos y otros valores financieros. Debe contar con una puerta de salida, para cuando el proyecto sea exitoso retirarse si lo desea, o continuar el trayecto. En ese momento se maximizan las ganancias.
El emprendedor al someterse al proyecto debe creer en su visión con intensidad, y hacer algunos sacrificio, tener la debida paciencia y disciplina, a cambio de resultados exitosos.
Se necesita madurez de cada parte, en búsqueda de un bien mayor y exitoso. En RD estamos en el camino, pero se observan una tendencia que podría ver frutos interesantes en el mediano plazo.